Con el inicio del siglo XXI, la ciudad se ha
convertido en el escenario principal de
diversos conflictos armados, ya sean
enfrentamientos entre dos actores (cuasi)
estatales o enfrentamientos en una guerra civil.
Mientras que las grandes batallas de la historia
solían ser combatiendo fuera de las ciudades y
éstas y su población, sólo se veían afectadas en
casos excepcionales.
A partir de la Segunda Guerra Imperialista
Mundial, la guerra se trasladó cada vez más a
las zonas urbanas. Stalingrado, Berlín y muchas
otras batallas pasaron a la historia de la guerra
y los teóricos y militares empezaron a
profundizar en la ciudad como campo de
batalla. Los movimientos insurgentes y los
actores no estatales también supieron utilizar
el terreno de la ciudad, sus peculiaridades y
características para sus propios fines, y
desarrollaron tácticas y métodos
completamente nuevos que llevaron incluso a
los ejércitos de las grandes superpotencias al
límite de sus posibilidades.